Caminar por San Luis es un paseo obligado a la hora de hacer compras económicas. Esta calle llena de leyendas urbanas que albergo a las colectividades árabe y judía en épocas pasadas, hoy es un referente de los Rosarinos a la hora de hablar de actividad comercial. San Luis mítica por excelencia, llena de personajes que cuentan historias del pasado y el presente, de los cambios y las crisis. Un lugar que a pesar de los avatares de un país tan cambiante como la Argentina, se rearma y nace entre las cenizas como el ave fénix. Muchos osados dicen que ven un futuro inminente para esta arteria comercial, en la que conviven mas de 500 comerciantes que van desde San Luís al 1900 (Moreno), hasta la misma peatonal San Martín.
BubbleShare: Share photos - Thanksgivingtime! “Depende los horarios y lo que busques San Luis da para todo”, comenta un amable vendedor ambulante que no quiere dar su nombre. El tema de la identidad entre los puesteros de la gran vía es materia reservada, ninguno se atreve a decir quien es, el miedo de los mismos es grande y el periodismo un cuco del cual mejor escapar. Según fuentes reservadas, muchos de los puestos instalados en calle San Luís pertenecerían a una organización que concentraría inmensas ganancias. Muchos de los muchachos que atienden los puestos son empleados de estos grandes negociantes y es factible que no hablen por miedo a perder su empleo. Según estadísticas de la jurisdicción policial de la zona por la calle mas comercial de Rosario pasan aproximadamente doscientas mil personas y la cruzan diariamente mas de veinte líneas de colectivos, con paradas especiales en las dos plazas referentes de la calle San Luís. Estas paradas de colectivos ubicadas en Plaza Sarmiento y Plaza Montenegro desparraman pasajeros a todas partes del Gran Rosario y son un destino inevitable para regresar de la zona centro. Algunos comerciantes se animan a decir que la facturación de este paseo es aun mayor que la de otras arterias céntricas comerciales. “Es que San Luis esta siempre dispuesta, se trabaja de corrido y por supuesto los precios son mas accesibles que en la peatonal Córdoba”, nos informa un comerciante. Muchos de los dueños de locales de esta calle dicen que hay grandes cambios en estos últimos años y que la calidad de la ropa que venden es mejor que en tiempos pasados. “La mayoría de la pilchas de nuestra querida San Luis son de Flores o La Saldada depende lo que se compre, la calidad varia, no es ropa para toda la vida”, nos informa un vendedor. ”Acá te vestís por cincuenta pesos”, nos cuenta una habitué de los negocios de la zona, y agrega: “la indumentaria es de buena calidad y los vendedores son muy amables”. Según Elías Soso Presidente de La Cámara Empresaria: “En los noventa la calle perdió peso como centro mayorista y se incorporaron negocios minoristas y de venta de artículos importados. Eso provoco un cambio en la oferta y la demanda y un cambio rotundo en la fisonomía de la calle. Muchos de los que estaban en la calle que pertenecían a las colectividades árabes y judíos eran fabricantes y en esa década quebraron”. Esta calle se divide en dos partes, los mayoristas arrancan en la calle Moreno y se extienden hasta Corrientes. De Corrientes hasta San Martín los negocios son al por menor, puestos de venta callejera y la colectividad Coreana que hizo escala en la década del ochenta y encontró un lugar redituable.”Los coreanos venden una ropa muy especial, son los que implementaron dos talles en uno. Se de dedican a la indumentaria de señoras y la alta costura, vestidos, camisas. Son gente muy respetuosa y no molestan a nadie”, relata un vendedor. Siempre se relacionó a San Luís con lo barato, lo grasa. En las caminatas por este paseo se respira un aire de mercado persa, los percheros en las veredas y las jóvenes que atienden ofreciendo las prendas de a viva vos. Se escucha un tema de Los Palmeras y las veredas quedan angostas para el transitar, la calle pasa a ser un lugar de paso obligado.”Las veredas son muy chicas, es muy difícil caminar y ni le digo los sábados a la tarde, los puestos invaden la vía publica, esto es una vergüenza”, dispara una señora mayor. A simple vista se puede observar que los puestos que se encuentran en la calle no cumplen con los metros que legalmente les extendió la municipalidad en un permiso precario hace algunos años. Es impresionante ver como algunos puesteros saben evadir a los controles municipales.”Es increíble, los sábados y los días de semana después de las seis de la tarde aparecen una veintena de puestos más, es por que los inspectores no circulan por la zona”, añade un gran conocedor de estos pagos. En otras épocas estas vendita arteria era un lugar predilecto para las mecheras y pungas, hoy confiesan desde la comisaría segunda que “ha diminuido el delito” y esperan una mejora aun mas importante.”Es la dependencia donde están la mayoría de los bancos y estadísticamente no hemos tenido grandes robos. Con respecto a calle San Luis creo que se ha creado un mito al respecto, es muy activa y comercial, en todo lugar con grandes concentración de personas hay posibles delincuentes” comenta el Comisario Coronel de dicha dependencia. Y agrega:”En mi gestión de dos años bajo considerablemente el delito, como usted vera la presencia policial en San Luís es muy importante, dos agentes cada dos cuadras”. En la calle San Luís es muy común que hoy en día se vean tours de compras. Personas provenientes de otras provincias argentinas, especialmente de la vecina Entre Ríos encuentran en San Luís lo que no encuentran en su pueblos, tanto para la venta como para uso personal. Con la apertura del puente Rosario Victoria, los Entrerrianos no dudaron en invadir los negocios de San Luís, sábado a sábado arrasan con lo que encuentran. “Mira si vendrá gente de afuera los sábados que en San Martín y San Juan se creó una gran parada de minibuses que trasladan a los compradores desde diversos lugares del interior de la provincia como de provincias limítrofes también”, nos informa el propietario de una disquera de la calle comercial. Todo es factible en esta vidriera de ofertas, lentes de sol, artículos para la belleza, alguna peliculita de dudosa procedencia y por que no si nos da un poquito de hambre un pancho o una sabrosísima turca. Esto solo puede verse en San Luís donde caminar en hojotas no es pecado y donde las grandes bolsas cargadas de mercadería en manos de los compradores impactan a la vista de cualquier transeúnte. Vestirse en San Luís no cuesta más de 80 pesos, un baquero, una remera y unas zapatillas y ya estamos listos para romper la noche. A nos olvidábamos también por unos pesos mas perfumes parecidos a los originales y por que no alguna cadenita que parece oro. En San Luís todo parece pero no es real. Ropa de marca de los que menos tienen, aunque algunos vendedores dicen que “por esta calle muchas veces suelen ver a familias potentadas” efectuando sus compras. Ninguno queda afuera de San Luis aunque en las reuniones de amigos no digamos que esa camisa Polo es de un origen incierto, es Polo pero Polo para los que no pueden compararla en calle Córdoba. El gustito esta dado, una camisita de marca y la salida del fin de semana cambia de actitud, nadie notara que es una camisa de la feria de las oportunidades. La otra San Luís es la de los mayoristas, de las grandes ventas que llega hasta la calle Corrientes. Sector mas tranquilo y austero en donde quedan algunas de las familias fundadoras de la histórica calle rosarina, los que la hicieron famosa a nivel nacional en otras épocas y que hoy en estos nuevos tiempos intentan volver a las viejas costumbres la fabricación de prendas propias, volver a la confección a los orígenes, a la Argentina industrial de la pequeña y mediana empresa. Como en el otro sector los horarios son mas vertiginosos en es sector de los mayoristas algunos negocios cierran sus puertas los sábados. En otros tiempos la calle San Luis estuvo poblada de familias de origen judío como así también de origen árabe. Por parte de la colectividad hebrea el sábado es como el domingo para los cristianos y se denomina sabat. Es el día de oración y meditación para dicha colectividad. En otros tiempos esta costumbre era muy respetada hoy solo algunos siguen con el rito y las familias de estos orígenes han disminuido en enorme cantidad en dicha arteria, aunque han dejado sus resabios y costumbres en el mini once rosarino. En este sector es muy común ver a los carreteros ir y venir, oficio arriesgado si los a hay. “Tenes que llegar a tiempo con las entregas hay que cruzar las calles a toda velocidad, la entrega debe ser instantánea”,nos advierte Manuel, Peruano y carretero de profesión. Muchas de las empresas de encomiendas decidieron trasladarse directamente a la calle San Luis debido a las molestias que ocasionaban los camiones en las horas pico. Aunque eso haya aliviado en algún momento la añorada calle, hoy en horas claves San Luís se convierte en un hervidero el cual se torna en una trampa mortal para el transito vehicular. San Luis es y será un mito de la ciudad de rosario, desde sus orígenes hasta la actualidad, desde la inmigración hasta el importodo..San Luis es parte de la vida de los rosarinos, la calle que divide las compras en el micro centro. El centro de los que tienen y el de los que apenas pueden.
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