jueves, 3 de septiembre de 2009

SUSPENDEN REMATE DE VIVIENDA ÚNICA

La audiencia estaba programada para las 18hs en la sede de la Asociación de Martilleros Públicos de la calle Entre Ríos 238 donde se presentaron las partes para discutir el problema.























La familia Herrera estuvo acompañada por sus vecinos, miembros de la Concejalía Popular y de APROVU (Agrupación para la protección de la vivienda Única) los cuales funcionaron de freno para que el remate no se efectuase. En el lugar hubo vallas de contención sobre la puerta principal de acceso de la dependencia y control policial por parte de la comisaria tercera con jurisdicción en la zona. La espera de la audiencia fue con total normalidad y el remate no se llevó a cabo por falta de seguridad, según informaron fuentes de la Asociación de Martilleros. Igualmente, a pesar de lo informado por dicha fuente los propietarios y los grupos de defensa que acompañaban a la familia actuaron con total mesura sin arrebatarse a ningún hecho de violencia contra los posibles compradores.
Por parte, desde La Concejalía Popular Delia Afranchino manifestó que “existen posibilidades de llegar a un acuerdo” siempre y cuando la otra parte acepte un convenio justo y agregó: “tenemos que ser cautos con esta posición que tomaron de suspender el remate, supuestamente por que no estaba garantizada la seguridad. Pedimos que se eleve desde la comisaria un informe en donde se detalle que aquí no pasó nada y que la manifestación fue de forma pacífica, ya que, esta situación sin la existencia de dicho informe puede llevar a que en el próximo paso el remate se concrete a sobre cerrado”, concluye.
José Herrera es padre de cinco hijos de los cuales dos son menores de edad, es propietario de un módico departamento ubicado en las torres de Ocampo y Buenos Aires, las cuales en la década del 80 fueron asignadas por el banco Hipotecario con fines sociales y a pagar en el trascurso de treinta años por medio de una hipoteca. Pero José como tantos argentinos en los noventa pasó a formar parte de las filas de los desocupados y hasta hoy debido a su edad no pudo volver a conseguir un trabajo formal, lo que llevo a este hombre a mantener una deuda con el banco por su propiedad y que esto desencadenara en la tarde de ayer en un audiencia de remate
. La deuda original se fue incrementándose desde esos años a esta parte, a pesar de las reiteradas oportunidades en las que se intentó dialogar con el banco para poder conseguir un plan de pago. La posibilidad de ponerse al día siempre fue negada.
Hoy la deuda es de más de cuarenta y cinco mil pesos si sumarle los punitorios y otros costes que elevarían la misma a más de noventa y cinco mil. “La deuda existe, no lo niego, nuca me dieron la oportunidad de pagarla. Me atendieron una sola vez y después no tuve más respuestas de la otra parte hasta que me llegó la cedula de remate”, Informó Herrera.

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