domingo, 2 de noviembre de 2008

Trabajo para todos

Ser portador de VIH/sida es un factor que determina la expulsión del mercado laboral, un problema difícil de combatir ya que existen prejuicios e ignorancia sobre el tema que en muchas ocasiones termina con la drástica decisión de los empleadores de la expulsión del trabajador.




Uno de los miedos más grandes de las personas que conviven con VIH es ingresar al mercado laboral ya que las empresas privadas en la Argentina y cierto sector del estado siguen pidiendo aun los estudios preocupacionales. Según datos de INADI la gran parte de las denuncias por discriminación de personas con VIH tienen que ver con la problemática laboral tanto por que fueron expulsados de sus trabajos después de un análisis positivo o por haber revelado su condición de portador, como así también de personas a las que se les ha detectado el virus en un examen preocupacional.
En la ciudad de rosario conviven más de seis mil personas con el VIH según datos del Promusida (Programa Municipal de Sida) y muchos de ellos en algún momento de su vida se han sentido discriminados en el ámbito laboral. En muchas ocasiones las empresas hacen testeos encubiertos en sus empleados objetando que son simplemente estudios de rutina para la empresa sin comunicarle a sus empleados que entre estos análisis esta la prueba d VIH, lo cual queda muy bien aclarado desde la Ley 23.798 que fue promulgada en los años 90 y que contempla de manera muy precisa que toda persona que acceda a un examen de estas características deberá ser informada de dicha practica como así también si dichos estudios arrojaran un resultado positivo
La ciudad de rosario no es le excepción ya que muchos de los mas de seis mil infectados que viven en nuestra ciudad alguna vez se sintieron discriminados en su lugar de trabajo. Según Gladis Gonzáles de OFES (Organización familiares enfrentando al Sida): “ Existe discriminación pero no solo con los enfermos de VIH, se discrimina por ser gordo, por ser flaco, por ser negro, la discriminación existe y existirá siempre. Es difícil que personas que no tienen problemas de salud consigan empleo, mucho mas difícil es conseguirlo para personas que padecen una enfermedad”. Gladis conoce muchos casos de personas que en algún momento de su vida pasar por este trago amargo, como una joven que trabajaba en una casa de servicio domestico y fue expulsada cuando sus patrones descubrieron cual era su diagnostico, increíblemente este matrimonio eran médicos. “Ellos decían que querían cuidar la salud y la integridad física de ellos y sus hijos”, agrega Gladis. Otro caso que recuerda Gladis es el de un joven enfermero que en los años noventa fue expulsado de una empresa de emergencias y al que Gladis calificaba de “un gran profesional y una gran persona” y agrega: “lo que acabó con la vida de este muchacho fue la angustia y la depresión y no la enfermedad”.


Siempre queda la duda que si una persona que es VHI positivo se presenta para un trabajo, pasa por el proceso, acepta hacerse el análisis le da positivo y no la llaman. Las empresas pueden aducir que la persona no es apta para el trabajo que se le exige pero en muchas ocasiones es por que el posible empleado padece el virus, negar información de un examen de esta características es un delito que esta contemplado no solo en las leyes nacionales sino que también esta en los tratados internacionales de las organizaciones laborales como lo es la OIT.” Esto todavía esta en la esfera de la libertad que la empresa tiene para elegir a una persona o no, es decir la figura de discriminación opera cuando se puede probar cuando no lo eligen por un rasgo determinado cuando era la persona mas indicada para ese puesto de trabajo por muchas otras razones, si alguien gana un concurso para un cargo supongamos operador de un sistema de comunicación muy sofisticado pasa las pruebas con las mejores calificaciones y luego no es elegido y estas persona era VIH positivo o obesa o tiene alguna dificultad motriz podría aducir discriminación, pero la discriminación es algo muy difícil de probar ante la justicia”, comenta el Doctor Damián Lavarello, coordinador del Promusida.


A pesar de que la responsabilidad social empresaria esta en auge en la republica argentina, todavía ninguna empresa lanzo un programa de responsabilidad social empresaria para incorporar gente con VIH a las filas laborales, acá aparece la figura de aquello de lo que es políticamente correcto, luego sabemos también que es muy común en el trabajo publico incorporar a personas con capacidades diferentes para cargos que no requieren de una destreza motora especial. Hay toda una cuestión que uno tiene que filtrar siempre con criterio de racionalidad, una persona que va a hacer un curso de comando en una fuerza militar se le exigen una cantidad de pruebas de esfuerzo que van desde un electro cardiograma, una resonancia magnética nuclear de columna, un laboratorio muy completo e incluso una prueba de VIH con su consentimiento.
También opera mucho la auto discriminación, mucha gente con VIH no va a buscar muchos trabajos por que sabe que le van a pedir la prueba.
Todas las personas con VHI que ya han conseguido un empleo lo cuidan en grado sumo para no tener que pelear otra vez y tener que pasar nuevamente por una prueba preelaboral, edemas con los tratamientos actuales según informan desde Promusdida un alto porcentaje de infectados detectados se encuentran en muy buenas condiciones de salud y se preocupan muchísimo de no tener una falta en lo laboral para no ser echado de ese empleo.
En los ámbitos públicos se ha retirado la prueba de VIH como exigencia, es optativo el estado tiene que dar un poco el ejemplo en este tema y por eso no lo requiere, esta en los formularios pero no es necesario que la persona se lo haga. Son variados los casos que han entrado al estado como docentes, personal de maestranza de escuelas. En el estado hoy en día hay muchísima menos discriminación de la que había en otros tiempos, el estado es una instancia de contratación de personas con VIH que tiene mucha más libertad al respecto, mucha mas amplitud y es mucho mas solidario. Ciertos sectores del estado, enfermeros, farmacéuticos y otros profesionales con VIH trabajan en el estado sin ningún problema. La policía es lo mismo si bien dentro de la fuerza policial hay muchas personas viviendo con VIH y no han sido echadas y que que en las fuerzas de seguridad que tienen alta exigencia física como pueden ser ejercito, marina, aviación, gendarmería, debe haber requerimientos para el ingreso, alguien que ya esta en las filas y se revela como persona con VIH quizás sea apartada de algunas tareas que tengan ciertas exigencias físicas y sea destinada a lo administrativo, en la policía pasa lo mismo, pero mientras la persona este en un perfecto estado de saludad puede hacer lo que su cuerpo le permita, pero seria inhumano que alguien que tiene una infección por VIH muy avanzada que no se curó en el tratamiento sea exigido laboralmente a hacer guardias nocturnas en invierno, no es correcto esto. Lo importante es preservar el derecho laboral y el derecho a la confidencialidad de la información, la persona con VIH cuando llega a una oficina no tiene que informar a sus compañeros de lo que le sucede.
Esto no es nada raro y lo hacen muchísimas empresas y particulares, es muy común, existen casos de personas que han sido echadas de la industria frigorífica, de un empleo domestico, gente que la han querido echar de un geriátrico y no pudieron, gente que han echado de una clínica de salud, estos son caso concretos que fueron registrados por las organizaciones que trabajan con estas personas. El empleador averigua o en otros casos es comunicado por el empleado, a veces el empleador descubre la medicación.
A un muchacho lo echaron de un frigorífico importante de la zona por ir a donar sangre para un compañero que se operaba de la columna y cando dona sangre aparece VIH que no conocía, se lo informan, piden otro donante y se filtra la información de que el problema era VIH. Ese muchacho fue echado e inicio un juicio, este caso fue atendido por el Doctor Damian Lavarello. El trabajador perdió la obra social, diez años de trabajo con todo lo que conocía del oficio y paso de ser un empleado que ganaba un buen salario a la calle.
Ser echado de un trabajo cundo alguien se entera que es por VIH es una crueldad. Los juicios a este respecto no son muchos, hay un policía de la policía que le gano al Estado , hubo un capitán de navío de la marina comercial que también le gano un juicio, también se han ganado muchos juicios a las prepagas por el acceso a la medicación.
Muchas veces los empleadores rozan la crueldad y echan a los empleados por diversas razones, aunque la causa de la expulsión sea el HIV.
Una chica que a querían echar de un geriátrico consiguió mediante una medida judicial que no la echaran, pero le decían que ella no podía con ese trabajo, ella limpiaba las camas de los ancianos. Las personas con VIH pueden hacer cualquier trabajo, lo único que necesitan es su momento para tomar su medicación.
La Ley de contrato de trabajo es de orden nacional, los municipios no cuentan con autoridad alguna para tomar esas decisiones. Queda claro que el problema existe y necesita una respuesta por parte de estas personas, queda en manos de los gobernantes que pertenezcan a las reparticiones laborales tratar de dar un marco de seguridad a este grupo de personas que son tan humanos como cualquier otro